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A partir de la aprobación de la
nueva ley de Home Office que entró en vigor el pasado 12 de enero de este 2021,
se vuelve necesario revisar las opciones que tanto empleadores como
trabajadores tienen para no sólo cumplirla, sino también para mejorar las
condiciones laborales en el nuevo lugar de trabajo: desde las herramientas
tecnológicas adecuadas, hasta las buenas prácticas que permitan crear ambientes
saludables física y mentalmente.
No sólo las empresas grandes
con un departamento de TI tienen resuelto el tema de proveer y dar
mantenimiento a los equipos de cómputo que sus empleados requieren, pues ya
existen plataformas con esquemas de renta de estos dispositivos que van dirigidas
a las PyMEs, y que además de ofrecer equipos de última generación, se encargan
también de su mantenimiento y en general, dan asesoría tecnológica a empresas
que no cuenten con personal para ello.
Una vez resuelto el tema del
hardware, quedan dos puntos importantes a resolver: la conexión remota y la
seguridad de la información. En el primer caso, aunque lo ideal es encontrar un
proveedor que otorgue un servicio de conexión a alta velocidad, por ejemplo,
vía fibra óptica, no todas las zonas y ciudades están cubiertas con este tipo
de servicio, por lo que vale la pena contemplar las opciones de módems
inalámbricos que usan las compañías de telefonía celular y así no depender de
un solo proveedor.
Resuelto el tema de la
conectividad, sólo resta implementar (o contratar) un buen servicio de VPN
(redes virtuales privadas) que mantenga cifrada la información que circula
entre los empleados, para que no sea fácil darle acceso a los cibercriminales.
La ergonomía y la comodidad no
deben ser pasadas por alto, usando sillas y escritorios adecuados, elevando los
monitores al nivel de nuestros ojos. Para tener una mejor junta virtual podemos
sumarle a nuestro equipo una simple luz LED para selfies, audífonos y micrófono
externo, y si nuestro equipo no tiene una buena webcam podemos usar otras cámaras
que ya tengamos, como una GoPro o una DLSR.
Finalmente, si quieres que tu
equipo funcione como en la oficina, no olvides tener un disco duro externo para
respaldar la información importante, un regulador para que no se dañe tu equipo
con descargas eléctricas, y un buen ruteador que soporte todos los dispositivos
que tendrás conectados, pues en ocasiones los problemas de ancho de banda son locales,
y no por el proveedor de Internet.
¿Y tú ya
formas parte del Home Office en México?
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Expansión
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